El segundo subsuelo de la Patria sublevada

Magia, sentí magia, algo distinto, mas allá de lo político, mas allá de lo que las cuadriculas racionales pueden ordenar...

Algo que se intuye, no se piensa, algo que se siente dentro, como una música, como un calor.
Miles de hermanos y hermanas marchando por la coqueta y europea capital de los argentinos. Hermanos originarios, aquellos cabecitas, hermanos piel de cobre, color de la tierra.
Sentí el vibrar del fondo de la Pacha, que se emociona y recibe contenta a quienes mas la cuidan. Todas esas toneladas de asfalto y sin embargo se podía sentir desde abajo, desde la tierra, una cálida bienvenida a sus hijos...

Los buenos aires bien pensantes y soberbios de la ciudad se llenaron de las humildes alegrías en las bellas sonrisas kollas, mapuches, diaguitas, tobas, guaranies... un aire de amor tierno y maternal envolvió a la opulencia de los monumentos al desarrollo... Humildad, humildad y mas humildad... Humildad que alegra, humildad de la grandeza de la vida...

Tierrita que has viajado en los ponchos, particulas de amor que desde Jujuy, desde Tucuman, desde Neuquen y desde esos lejanos pueblitos de nuestro interior, resiten como la ultima frontera de la dignidad humana...

Ha llegado el momento en que la humanidad toda se ponga en defensa de si misma si quiere sobrevivir como especie. Entonces escuchemos, recordemos, valoremos la voz de nuestros ancestros para volvernos a encontrar con la naturaleza.

La energía desplegada en la Marcha de los Pueblos Originarios marcara con el fuego sagrado del INTI TAYTA todos los festejos del Bicentenario.

El segundo subsuelo de la Patria se ha sublevado...