jueves, 29 de octubre de 2015

Macri es Monsanto

Hoy, 29 de Octubre de 2015, días después del triunfo electoral del PRO en la provincia de Buenos Aires el nombramiento ya está confirmado. Leonardo Sarquis, ex gerente de la transnacional genética Monsanto, es el Ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires. María Eugenia Vidal, la electa gobernadora de la Provincia de Buenos Aires pone en evidencia el modelo de sojizacion absoluta que le espera a la provincia de Buenos Aires.

El PRO parecería no haber tomado nota de que las últimas inundaciones están directamente vinculadas a la poca absorción de los suelos producto del modelo de siembra directa. El excesivo uso de químicos fertilizantes y de fumigaciones y los canales clandestinos para la irrigación de la oleaginosa se suman también a las causas del desastre que padecen miles de familias bonaerenses. A la simpática Vidal parece no importarle que el agua te llegue a los dos metros de altura. El modelo de sojización erosiona los suelos al no permitir que el follaje de los arboles amortigüe las precipitaciones. El desierto verde es propicio a inundarse y el agua se escurre con facilidad hacia los centros urbanos.

Esto sin mencionar las graves enfermedades como cáncer, malformaciones congénitas, abortos espontáneos y problemas respiratorios derivados de la acción mutagénica producto del uso indiscriminado del veneno denominado glifosato, y comercializado con el nombre de Round-up por Monsanto.




Las consecuencias sanitarias para todas las localidades urbanas aledañas a la siembra sojera serían gravísimas con costes onerosos para la salud pública provincial, pudiendo esto trasladarse también al conurbano bonaerense.
Leonardo Sarquis es el actual titular de la consultora Confiagro que desde el año 2009 desarrolla estrategias comerciales para empresas agroindustriales.


Es parte de GAPU AGRO, Grupo de Acción Política para la Unidad del Agro.
En Monsanto se desempeñó como gerente general de la división de semillas vegetales para Argentina, Uruguay y Paraguay, liderando el negocio de Semillas Seminis Sudamérica de Monsanto durante dos años y ocho meses desde 2005 a 2007  “con crecimientos sostenidos” en un 15% durante su gestión.
En una columna de opinión del diario La Nación, titulada "Un año para hablar del desarrollo" dice : "La Argentina es, luego de Venezuela, el único país de la región que cierra su economía a los países que mejor pagan los productos primarios y alimentos. Mientras todos los países de la región están recibiendo desde 2011 récords de inversiones externas para su desarrollo". en clara alución a una concepción dependiente de desarrollo.

Con muy poca sintonía con el novel peronismo de su jefe afirma que las principales políticas del gobierno de Juan Perón fueron un error: "Un gobierno que no sólo no escucha la realidad de lo que pasa sino que genera nuevas amenazas para la producción. Así es como reaparecen versiones de la creación de una nueva Junta Nacional de Granos, como otra traba más a la ya casi paralizada comercialización". Peronista claramente no es.
"Nuestro país tiene todo para ser un líder absoluto en materia agroindustrial. A pesar de esta certeza no hacemos los deberes suficientes como para concretarlo."
Hacer los deberes pedía el FMI hace unos años. Ahora hay que hacer los deberes para Monsanto.
¿Argentina siempre haciendo los deberes? ¿Cuando obtendremos el titulo de Nación Soberana?

COMPARÁ EL VOTO A MACRI CON LA ZONA NÚCLEO SOJERA


Notas:
http://www.agencianova.com/nota.asp?n=2015_10_22&id=49559&id_tiponota=30

http://www.lanacion.com.ar/1559032-enfermos-de-ombliguismo-perdidos-en-los-conflictos-y-sin-acertar-el-rumbo

http://www.lanacion.com.ar/1539154-un-ano-para-hablar-del-desarrollo

sábado, 17 de octubre de 2015

Historieta por la Soberanía Alimentaria

Introducción


¿Es posible que se prohíban las semillas? ¿Que pasará con la humanidad cunado esa pequeña esencia de vida sea privatizada? 


Las corporaciones del agronegocio ansían que se apruebe la Ley de Semillas, por lo cual habrá que demostrar que las semillas que uno posee no están patentadas genéticamente.


Monsanto será entonces el gendarme genético de la vida, persiguiendo a todo aquel que ose cultivar su tierra, su huerto, su terraza o su balcón. 


Las nuevas luchas, las nuevas militancias deberán comprometerse a reformular sus practicas hacia nuevos modelos emancipatorios. Lo que esta en cuestión no es ya un sistema o un modelo económico. De lo que se trata es de la defensa de la vida misma.


El derecho humano a la diversidad biológica, el derecho a producir novedades vegetales sin intervención tecnológica, el derecho de los campesinos a proteger sus cultivos, el derecho de los pueblos a elegir que comer y el derecho fundamental de poder elegir como producir nuestros alimentos.


Queremos conservar nuestras tradiciones ancestrales, la religiosidad sagrada de sentir la tierra recibir con amor la humilde semilla. Nuestros cultivos llenos de símbolos rituales nos dan identidad y son incompatibles con el uniforme, homogeno y repetitivo mundo del monocultivo, de la monocultura.


Eso es la Soberanía Alimentaria, es que un pueblo pueda elegir como producir sus alimentos sin que nadie se lo imponga desde afuera. No hay argumentos económicos que puedan subsumir nuestra forma de producir alimentos, nuestra tradiciones originarias y campesinas. 

No existe rédito monetario que sea superior a nuestra identidad. El cultivo es cultura y un pueblo sin cultura esta ya derrotado.


En esta historia futurista un pueblo se organiza para llevar adelante la resistencia por la Soberanía Alimentaría. 


Se ha vuelto delito andar con semillas y los Pisa Brotes del monocultivo persiguen a todo aquel que las porte. El pueblo quiere poder elegir qué sembrar sin perder su cultura, sin perder su identidad. 


La tarea entonces es cultivar donde se pueda y este simple y sencillo acto se convierte en resistencia, disparando el siempre frondoso y diverso ingenio popular. La re-evolución se trata de la lucha por la supervivencia de la especie cuidando la delicadeza y diversidad de la vida misma. 


Surge así una militancia nueva, una militancia de respirar el aroma a tierra mojada, hundir suavemente los dedos y colocar al fin la pequeña y humilde semilla. Después el paciente arte de esperar dando agua y sol a que ocurra el milagro. 


El cuidado de la plantita vuelve a conectarnos con la vida, con su delicada y sagrada fragilidad. He aquí la ceremonia, el rito de un nuevo movimiento que salvará al planeta.


 Como dijo Evo Morales Ayma, primer representante de las culturas milenarias andinas en ser presidente del Estado Plurinacional de Bolivia: 



“La soberanía alimentaria va mas allá del concepto de seguridad alimentaria porque implica el derecho no solo a la alimentación, sino el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas”




La lucha es por la vida, contra la privatizacion de la naturaleza.

¡Bienvenidos a la resistencia!





Gustavo “Pájaro” Koenig








LA RE-EVOLUCIÓN DE LAS HUERTAS