¿No nos resultó a todos muy llamativo que Lino Barañao, Ministro
de Ciencia y Tecnología de Cristina Fernández de Kirchner, sea elegido también
por el gobierno de Mauricio Macri?
¿Qué dos espacios supuestamente tan diferentes en lo ideológico
coincidan en el Ministro de Ciencia y Tecnología?
¿No es raro? Dame un punto de
coincidencia y te moveré al mundo, decía Don Arturo.
¿Es neutral la ciencia? ¿No está contaminada por intereses económicos,
por los financiamientos externos, por las becas internacionales? ¿Es impoluta?
¿La ciencia no toca el dinero? ¿Es tan blanco el delantal blanco?
El tema Barañao está en el vértice de la cuestión, por
encima de todos los debates y de las pelotudeses de la política. Es el punto de
intersección de dos modelos que se presentan ante la sociedad como antagónicos, pero que sospechosamente tienen algo en común,
un detalle, una cosita nomas: La política sobre la ciencia y la tecnología de
la nación Argentina.
Para decirlo más claro, el modelo Nac & Pop del
peronismo revolucionario y el
neoliberalismo más rancio tienen la misma política científica. ¿No es
llamativo? ¿No da para pensarlo un rato?
Primero habría que ver qué es una política científica, cuáles
son sus alcances, si es una política pública mas o si define cuestiones de
Estado. Si se trata de un área con planificación a largo plazo, si impacta de manera directa o indirecta en otras
aéreas del Estado, en fin, si es importante.
Veamos. El modelo científico impacta en la política de salud,
desde que decide qué medicamentos se producen hasta como se producen e incluso
define la noción misma de salud y de enfermedad. Impacta en la educación desde
que proyecta en el niño el tipo de profesional que pretende el país, la ética que
regirá su conducta, los conocimientos que entrarán en su mente y si su inserción
laboral será en el empresariado extranjero o para la realización del destino de
su nación.
Impacta en el modelo industrial del país ya que define cuales
son las cosas que hay que producir, el tipo de industria necesaria, cuales
insumos son estratégicos para la industria nacional y qué tipo de industriales
se necesitan en Argentina.
Sin ir más lejos el modelo científico impacta también en la política
de Defensa Nacional, ya que colabora en la definición de los conflictos que son
prioritarios para nuestra nación y busca generar la capacidad disuasiva necesaria para
contar con armamentos propios y así tener la densidad industrial necesaria para
lograr un país defendido, no vulnerable a cualquier ataque.
Como vemos el Ministerio de Ciencia y Tecnología no es la Dirección
de Tránsito de Pergamino. Y este gobierno neoliberal y anti-popular dejó ahí al
que estaba en el gobierno anterior. ¿Se entiende la cuestión?
El Ministerio de Ciencia y Tecnología tiene una relación
directa con la Defensa Nacional, con la Soberanía, con la posibilidad de seguir
existiendo como Pueblo.
El ataque a nuestro país no es con cohetes, roguemos, por
ahora. Proviene directamente del modelo tecno-científico aplicado por distintos
gobiernos, no importa el cotillón ideológico con que se disfracen.
No hace falta que disparen un solo tiro. El modelo tecno-científico
de la República Argentina está diseñado por las grandes corporaciones
transnacionales y su objetivo es continuar con la habitual extracción de nuestros
recursos naturales.
Técnicos en minería, como ahora abundan en las nuevas
ofertas académicas.
¿Para qué política de minería? ¿Para la Barrick Gold? ¡Esos
son nuestros profesionales!
¿Para qué mineras?
Biotecnología para no quedar afuera del ecocídio tecnológico
de Monsanto, Bayer y Syngenta.
Poder ser productores nacionales de venenos y semillas transgénicas.
¡Por fin una
industria nacional¡ ¡Llegó la Burguesía Nacional Transgénica!
Seamos como el que nos domina, que argentina lo que exporta
no es ética.
Hay que abrir la mente y ver que hay poderes por encima de
lo que se conoce como “la política”. El poder económico transnacional, sujeto
activo de la internacionalización productiva, necesita de la ciencia para
volverse hegemónico.
El capitalismo, problema menor. Empecemos a hablar del
paradigma. ¿Cuál es la cultura de la ciencia?
La ciencia hoy es el principal enemigo de la humanidad desde
que ha quedado subsumida a los intereses económicos del poder financiero, de la
guerra. ¿Se acuerdan de la Bomba Atómica? Bueno, eso, pero más despacito.
La ciencia no es neutral, la tecnología es un arma de doble
filo.
El tecno-desarrollismo no va a solucionar los problemas de
los argentinos. Nosotros necesitamos un modelo industrial autónomo, nacional,
pensado no solo para dar trabajo, sino también para robustecernos como nación,
un modelo científico que sirva para hacernos soberanos de nuestros recursos
naturales. Un modelo científico argentino.
El que tenemos actualmente ¿Lo es?
¿Desde cuándo?
Prof. Lic. Gustavo Adolfo Koenig
Maestrando en Defensa Nacional - UNDEF