miércoles, 26 de diciembre de 2018

La insurrección fundante


ACLARACIÓN: Ojo que no se trata de robar conceptos a Marcelo Gullo ni nada por el estilo. Los politólogos consideran a los Estados como sujetos, para lo cual es necesario estados insubordinados. Para los sociólogos los sujetos son las sociedades, un poco más bochincheras y con olor a calle. Para nosotros lo fundante es la insurrección, base necesaria para la insubordinación.



La securitizacion de América Latina

Decía Jauretche que ir al F.M.I. es como pedirle al almacenero que te haga la listita de lo que necesito comprar. Como pedirle a COTO que te diga qué comprar para estas fiestas.

Ahora imaginemos si el planteo de Jauretche supera lo meramente económico y lo trasladamos al ámbito de la Defensa Nacional. ¿Qué nos diría el almacenero?
Los militares latinoamericanos van formarse a EEUU y ahí  preguntan cuáles son sus misiones y objetivos estratégicos. De lo que resulta la sorpresiva casualidad que todos los militares latinoamericanos te hablan del problema de la inseguridad. El almacenero chocho.

La inseguridad vendría a ser la agenda norteamericana para los temas de defensa de América Latina.

¿Es el narcotráfico y el Crimen Organizado el problema principal para las FFAA norteamericanas? No. Son problemas de los países pobres.
¿O la preocupación de los yanquis es más bien China, Rusia, Medio Oriente y el control de los Recursos Naturales, poniendo bases militares a trocha y mocha y armando quilombo donde quiera que estén “sus recursos”?

¿Solo los yanquis pueden tener geopolítica? ¿No podemos nosotros también pensar en que nos conviene como Nación?

Para los países subdesarrollados los temas de Defensa quedan reducidos a temas policiales. A la Defensa Nacional, los países latinoamericanos hoy la delegan en el grandote del norte. EEUU nos cuida como un trapito que te raya el auto para seguírtelo cuidando.

¿Es más importante la inseguridad, el narcotráfico y el crimen organizado, que el territorio usurpado por una base militar de la OTAN en Malvinas?

¿Qué relación hay entre la entrega de nuestros Recursos Naturales (pesqueros, mineros, alimenticios, nutricionales, genéticos, acuíferos, geopolíticos, etc..) y el hegemónico, homogéneo y repetitivo discurso de la inseguridad?


América Latina llena de policías y sin Fuerzas Armadas

No hay que ser un genio de las cuentas fiscales para tomar nota de que el presupuesto en Seguridad Interior aumenta y en Defensa Nacional es cada vez más miserable.
Submarinos que se “hunden”, bases aéreas que se venden a capitales británicos, ejércitos que gastarían todas sus municiones en lo que dura una canción.

Y por el otro lado, policías militarizados, prefecturas robotizadas, cámaras satelitales, lanchas israelíes… El gasto en Seguridad Interior es infinitamente mayor que el de Defensa. ¿Por qué?

He aquí una estrategia. Y no es justamente la nuestra. ¿Quién sale mejor parado si se dan entre ratis y milicos? ¿A qué intereses responden cada uno?

De todos modos no hay que olvidar que el  arma más efectiva está en los procesos pedagógicos y cognoscitivos con los que se forman nuestros soldaditos.  La sobredosis de estupideces colonizantes que aplicadamente acuden a las mentes de nuestras FFAA. es impecable.

Prolijamente toman nota de todo curso pago que les den en EEUU, y asisten con la obediencia tan característica del milico de querer ser el mejor alumno.
En un país donde existe a escasos 500 km una base militar de la OTAN, las FFAA te hablan de narcotráfico, inseguridad y crimen organizado. Todo porque allá así les dijeron que era.

Narcotráfico, inseguridad y crimen organizado… Todas cosas que, cual caballo de Troya, es ya sabido que las maneja, financia y organiza el almacenero.
¿Qué les pasa a las FFAA latinoamericanas? ¿Se quedaron sin enemigo y entonces de aburridas miran para adentro?


Lo más difícil de entender en Argentina: Las relaciones entre causa y efecto.

Los primeros conceptos que se tienen que poner en juego para realizar un análisis certero de la realidad son los de causa – efecto.

No se resuelve una gotera poniendo baldes. En algún momento hay que tener la voluntad de arreglar el techo.

La indefensión nacional genera pobreza (por ausencia de soberanía es que nos roban), la pobreza genera inseguridad, la inseguridad trae policías, la policía reprime al pueblo que reclama soberanía.

Así están dadas las cosas. La policía no es para frenar a los chorros sino para ser complemento del ejército de los Estados Unidos.


La privatización de los alimentos

¿Cómo puede ser que haya pobreza en un país que produce alimentos para 400 millones de personas y tiene solo 40 millones? El granero del mundo ¿Es para los argentinos o es “del mundo”?

Argentina ya no controla su capacidad de producir alimentos. La privatizó haciéndose la moderna y tecnológica.

Así como en los ´90 se privatizaron los servicios públicos, en el mundo rural otro proceso invisible para las frenéticas elites urbanas avanzó de modo imparable hasta nuestros días. La privatización del campo, más conocida como “agroindustria” no hizo más que privatizar la producción de alimentos de la mano de la importación de tecnología genética, la que ya está fuera de todo control estatal.

Si la Argentina no controla, ni elige, ni direcciona hacia intereses soberanos la producción de alimentos es porque también los agrónomos fueron a pedir la receta de la producción agraria a Monsanto.

Entonces, sin control, ni dirección sobre qué y cómo se producen los alimentos de los argentinos es muy lógico que haya hambre. Porque básicamente estamos produciendo con nuestra tierra alimentos para otro país: China.

Y ahí va la cosa: alimentos para otros sembrados en nuestro suelo: hambre y pobreza: inseguridad: mas policía: mas represión: menos soberanía: menos defensa nacional.
Pensemos quizás alocadamente, pero quien te dice…  

¿Qué pasaría si el pueblo se manifiesta en contra de una invasión extranjera? ¿La policía lo reprime? ¿Qué tan nacional es la policía nacional? ¿Por qué han aparecido tantos formatos de policías últimamente? 

¿Será que la fragmentación facilita el comando desde el extranjero?

¿Y las FFAA? 
¿Cómo es posible que vean impávidas la desintegración de sus insignias sin siquiera avergonzarse?

¿Será eso lo que aprenden en los cursos “todo pago” de EEUU? 
¿Son nacionales nuestras FFAA?
 ¿A qué nación responden?


La ausencia de conducción política

Sin estrategia no hay conducción. Pero peor que no tener conducción es ni siquiera tener un diagnostico como base para una estrategia.

La sutil discusión (de la que ya no vale la pena hacerse el tonto) en el seno del campo opositor, entre socialdemócratas y justicialistas, demora un urgente diagnostico de situación. Hace falta un buen diagnostico de la situación argentina, pero los elementos de análisis de estos dos grandes grupos del campo popular son muy distintos.
Unos miran las causas. Los otros solo las consecuencias.

Argentina está en terapia intensiva en términos de existencia nacional. El proceso de ocupación territorial e indignificacion cultural no es ya alarmante sino casi irreversible. Casi.

El problema no radica en una lucida enumeración de los endeudamientos, los acuerdos coloniales, las bases militares extranjeras, y un largo y ya conocido por todos etc, etc. etc.

El problema es la dirigencia del campo opositor, nuestro campo, nuestra dirigencia es EL problema. Ese es el diagnostico. Esta oposición es un colador.

La dirigencia argentina no se plantea ni de casualidad como poner de pie al Pueblo Argentino. Nuestra dirigencia convirtió a la política en un mezquino y gallináceo cacareo de una prostibularia feria de vanidades.

Los candidatos no hablan de temas de importancia y urgencia nacional, evitan las cuestiones de fondo, esquivan los temas de Defensa Nacional y así no se exterioriza ni difunde en sus discursos ninguna idea que no sea la salvación de ellos mismos.

El discurso político tiene un correlato de innegable efecto pedagógico. Forma y moldea a la masa que lo escucha. Mucho más en campaña.

Dejando de lado el enorme poder tergiversador de los grades medios, dejando por un rato a un costado el poder de las roscas de Clarín y sus amigos; hoy por hoy los políticos no hablan de nada. Nada es entonces lo que le preocupa a la masa. 

¿Y la nada qué es? 

Pues ese parloteo cínico de la lista interminable de dificultades económicas de nuestro pueblo: que las tarifas, que los despidos, que el aumento del transporte y toda una congoja actuada y berreta de cosas que ya venimos sabiendo todos hace unos cuantos años.

Lo que se espera de un político es que vaya al hueso y no que enumere como un estúpido las consecuencias.

¿Para qué es político? ¿Para decir lo que todos ya sabemos? ¿Que aumentó la luz, el gas, el transporte y bla bla bla?

Cómo se pone de pie a un pueblo lisiado de tantos golpes es la cuestión.
Habría que revolucionar la política porque así como está ya cansó, aunque todavía de comer a algunos.


La ley de los tercios

Haciendo un intuitivo análisis sociológico improvisando en vivo en Radio H, tiré hace unos días esto que venía escuchando de los tercios, hoy confirmado por las más prestigiosas consultoras.

Habría un tercio duro, de gente muy kirchnerista y también otro tercio duro de gente muy macrista. Tercios duros, impermeables ambos dos.
Lo interesante del planteo es que habría dos tercios profundamente anti Macri, como también habría dos tercios anti Cristina. Hasta acá mas o menos lo que vienen diciendo todas las consultoras.

Pero la cuestión interesante es ¿Cuál es la composición de clase, socioeconómica vamos a decir para que no se asusten algunos, de esos tercios?


1- El tercio enamorado de Macri:

Oligarcas de toda laya, ganadores con la devaluación y el saqueo a los sectores populares. Son aquellos que tienen en mente que lo peor que podría pasarles es que vuelva la posibilidad de escuchar la palabra expropiación, digna de los peores chavismos venezolanos.

Clases medias profesionales también, pero poco académicas, cultas de enciclopedia y maleducadas moralmente. Chetos sin códigos, prolijos de modales y muy hijos de puta. Desagradecidos por esencia, no agradecen nunca porque siempre tienen derecho a más. Están también los otros enriquecidos efímeramente por la gestión anterior y que, abrazados a sus pertenencias ahora gritan: ¡queremos seguridad!

Históricos miembros de una minoría étnico-racial que no quiere contaminarse con los negros.

Básicamente gorilas. En resumen, oligarcas y gorilas.


2 - El tercio enamorado de Cristina:

Otra vez la minoría étnico-racial pero esta vez con buena onda con los pobres. Blanca, universitaria, linda, inclusiva y solidaria. Tampoco acá hay negros.

Latinoamericanista más de Silvio Rodríguez y Galeano que de Perón.

Gente consiente pero gente al fin. Gente, no Pueblo.

Un faranduleo solidario, una generosidad electoralmente lucrativa. Un vanguardismo de juventud de clase media. No gorila o de un gorilismo bien disimulado. Inclusiva. De una inclusión con cuenta gotas y agradeciendo siempre para arriba. Siente piedad por los pobres pero no lo son. Ayuda desde arriba pero no reprime.


3- Los dos tercios que nunca votarían a Macri

Hay entonces a groso modo un 66,6 que nunca votaría a Macri. Ese 66,6 también puede dividirse en dos, veamos.

Uno de estos dos tercios que nunca votaría a Macri es el que está enamorado de Cristina y básicamente por eso nunca lo votaría. Es decir la clase media politizada, académica y militante. La gente consciente de que hablábamos antes. Los blancos progres.

Pero el otro tercio son sectores populares que tampoco votarían a Macri. Se sienten embaucados porque la situación económica ha empeorado contundentemente.
Son rápida y furiosamente más pobres que antes. Son los recontra empobrecidos por Macri.


4- Los dos tercios que nunca votarían a Cristina

Lo mismo. De ese 66,6 que no votaría a Cristina esta el tercio oligárquico-gorila que esta enamorado de Macri y que por eso jamás votaría a Cristina.

Pero he aquí el hallazgo sociológico. Hay un segundo tercio de sectores populares que al no ver sustancialmente modificadas sus condiciones de vida le hizo un corte de manga al kirchnerismo. Son plebeyos no incluidos.

Ni con las cooperativas, ni con la asignación, ni con las paritarias vieron satisfacer sus anhelos. Pretensiosos sectores populares que nos dejó el resabio duradero de dignidad del peronismo.

Entonces, lo que tenemos de interesante después de tanta lata es que hay un tercio de sectores populares que rechaza a Macri y un tercio de sectores populares que rechaza a Cristina. Esos dos tercios hacen una mayoría.

Conclusión: la mayoría popular en argentina no tiene representación política. Solo las clases medias (de diferente estilo) y los oligarcas.

¿Cómo interpelar a esos sectores populares?

Los sectores populares de nuestro pueblo, los excluidos, los que no les llegó la inclusión y quizás tampoco la querían,  los que están siempre marginados del festín de consumo de los otros (progres lastimeros o gorilas represivos), tienen en su marginalidad todo su potencial, diría Dussel, la potencia antisistémica esta en el excluido, no en el incluido.

En esa profundidad popular es donde abrevan las memorias nacionales, los olvidados de Malvinas, los hambrientos de la democracia, los hombres y mujeres que sostienen la nacionalidad y la tradición como fundamento de su dignidad.

¿Con que discurso se convoca a quienes han sido los olvidados por varias generaciones?


La insurrección fundante

La musculatura popular. ¿Se tonifica con el ejercicio electoral? ¿De votar cada cuatro años para nada los únicos músculos que se ejercitan son los del dedo gordo y el índice al soltar el sobre? Vaya ejercicio. Necesitamos más musculatura popular y eso se resuelve con mas participación. La democracia esta fofa.

Está democracia para el pueblo argentino se terminó. Esta es la democracia del poder económico. No es nuestra democracia. Para una mayoría paciente y silenciosa esta democracia ya no significa nada. Hay que reinventarla.

Nuestro país está en terapia intensiva en términos de existencia nacional. Necesita un shock de Pueblo. Un intenso maremágnum de participación popular, en la calle, ocupando el espacio público, en asamblea a cielo abierto, en movilización total: en insurrección. Un pueblo insurrecto, más que un dócil perrito republicano que espera las normas institucionales bien peinado el domingo. 

Te toco un dentista perverso, fuiste por una carie y ya te va sacando tres muelas… Y sin anestesia... Y te dicen: falta una hora todavía para que termine el turno…

¿Somos consientes del daño que puede hacer a la Nación Argentina este mamotreto durante todo un año más? ¿Vamos a mirar calmos como se roban todo y entregan la soberanía al extranjero? ¿Todo por “el respeto a las instituciones”?
¿Qué es más importante para los argentinos, la Nación que está siendo vapuleada o la hueca democracia del liberalismo?

¿¡Qué!? ¿Lo que costó la democracia? ¿Nos van a hacer creer que la lucha de los 70’ era por la democracia? ¿No era por la Liberación Nacional?

Ojo que tampoco se trata de sacrificar a los más humildes, que encima de pobres tienen que poner el cuerpo en la calle. No, eso no. Porque es bien sabido que en todo campo opositor la vanguardia es la que rodea a la jefatura, y son las vanguardias las que deben ir al frente. ¿O no muchaches?

En esta calma chicha de la paz de los cementerios el que gana es el status quo macrista. Gana culturalmente y gana por evidencia empírica. Nos cagaron a palos, nos insultaron, nos entregaron al extranjero, hipotecaron el futuro de nuestros hijos y nietos, nos escupieron en la cara. ¿Y qué paso? Nada.

Los medios nos taladrarán noche y día con la eficacia del gobierno para lograr la paz social. Con los logros de una gestión que a pesar del ajuste logró la paz.

No hay posibilidad de un retroceso del sector oligárquico sin mostrar los dientes. Sin amenaza concreta no hay disuasión posible.

El sistema electoral está tan corrompido que ningún dirigente arriesgaría su pertenencia a la clase política cómoda y lujosa por armar quilombos de claro corte patriótico. “No hagan olas. Déjennos negociar a nosotros”.

Acá lo que se terminó es la confianza en una clase política multimillonaria que con variantes discursivas sigue utilizando al Estado para enriquecerse.

Acá falta Pueblo. Pueblo enojado, insurrecto. No subordinado a los intereses y estratagemas de una dirigencia que mide los tiempos con su bolsillo.

Acá falta Pueblo. Loco y furioso, no por migajas sino como reacción a la indignidad nacional.

Acá lo que falta es sentirse de vuelta Pueblo Argentino y no creo que eso se resuelva con un voto nomas.

Voy por el chaleco amarillo...




Pájaro


“Los pueblos que no luchan por su liberación merecen la esclavitud”

Gral. Juan Domingo Perón