jueves, 27 de junio de 2013

Instruções para frear uma locomotora

La Revolución es el freno de emergencia"

                                   Walter Benjamin

  
Veo un tren remolcado por un auto. Es la fuerza imparable del motor del crecimiento. Argentina y Brasil en desarrollo como adolescentes indigestados con anabólicos.

Fabricamos autos y tenemos graves problemas con el transporte. ¿Habrá que pincharle la goma al tren del desarrollo?







Buenos Aires y Sao Paulo comparten la misma contagiosa enfermedad latinoamericana, la enfermedad del gigantismo, macrocefalia, un cuerpo  raquítico con una cabeza enorme, la megalópolis se hace imposible de gestionar, colapsó la maquina, se tildó. 

Somos bytes sudando en colectivos y trenes abarrotados. Buses de datos que llegan hastiados. La ciudad es la fabrica, nosotros el insumo de la maquina. 

La humana materia prima del sistema que produce orden y progreso en el corazón de una bandera.







Un banco de desarrollo. Un tren llamado petróleo. Un deseo llamado progreso. Tren loco que no frena. 

Tren de autos en las autopistas hechas de petróleo, en las gomas, en la gasolina.


Petróleo en el medicamento del que se enferma consumiendo petróleo en la comida. Petróleo en las noches de luna, en el bocinazo, en la cocina, en la cama, en la sonrisa...




Ciudades gigantes, enormes cloacas, una masa compacta de humanos. Atravesar la ciudad es peor que el trabajo. La explotación extrae mas plusvalía en el viaje que en la producción. 

Pan y circo, soja y fútbol, vender camisetas sintéticas de petróleo, zapatillas tecnológicas de petróleo, jugar un deporte de plástico.

Y llegar a ser la sede del campeonato del fútbol bancario, de la vidriera de los millonarios, el fútbol que juegan las bolsas de comercio, el masaje mental diario. Jugadores comodities, el ultimo gol de la especulación financiera. ¿Cuantos boletos (con aumento) nos podría comprar Ronaldo con lo que gana en un mes cualquiera?


¡Queremos ser como ellos! ¡Jugar el fútbol del primer mundo, digo, de primera! ¡Que todos vean que bien nos ha salido la copia!  ¡Ya somos un país desarrollado! Que problema...

A.V.E.



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