martes, 22 de diciembre de 2015

Autocrítica

¿Por que perdimos?


1) La clase media latinoamericana
Los chetos copan el poder, los votos se dan vuelta. Nuevos chetos creación del Estado. Más de una década reventando supermercados y comprando electrodomésticos. Colas para comprar en los centros de alto consumo. He aquí el éxito tangible de los gobiernos progresistas de la región: el consumo.
Pero gobernar con el objetivo de crear una clase media es un suicidio político. La clase media es desagradecida por naturaleza y el consumo te consume hasta la tropa propia. El militante épico y enfervorecido se pone cómodo frente al plasma y mira la movilización por tv mientras se saca la pelusa del ombligo.
Ya sea para participar del sistema o para estar en contra, todos queremos ser de clase media. El gran invento del capitalismo: la confortable clase media. Revolucionarios de clase media, obreros de clase media y hasta campesinos de clase media.
¿Y qué hay que hacer para ser de clase media? Consumir, en el Shopping, en la calle, en las vacaciones. Acudir religiosamente a los templos del consumo, templos  donde el progresismo latinoamericano también evalúa el éxito de su gestión: “Hay mas consumo, estamos mejor”
El consumismo no es de derecha ni de izquierda. El consumismo es el materialismo y si estamos peleando por plata perdimos antes de empezar la pelea. Nuestro enemigo debe ser el materialismo.
Hace falta patriotismo. Faltó un espíritu. Una CAUSA.

2) Profundización o Burocratización
Supusimos que los Movimientos Sociales al ingresar al Estado iban a transformar la política pública. Algo de eso claro que hubo, nuevas miradas para pensar lo social en programas, direcciones y propuestas. Pero la burocracia se comió a los compañeros y compañeras. El escritorio le cabe a cualquiera y después piden que no hagan olas. La vida de oficina y sus cotidianidades aplastantes, destructoras de cualquier indicio de creatividad. Meter la militancia dentro del elefante gris, lento y parsimonioso del Estado no es la mejor idea. Algunos puede que sí deban hacer esa tarea. Pero no es el objetivo.
El error fue identificar el poder en el Estado, en el cargo, en la función.
El poder no está en el Estado, está en el Pueblo organizado.
En definitiva la alternativa en América Latina estaba entre la profundización y la burocratización.
¿Y adivinen que ganó?
Si. Es momento de autocriticas

3) De “lo social” a “lo político”
El pasaje de lo social a lo político terminó siendo el discurso más decoroso y presentable para que algunos dirigentes ascendieran de clase y se liberen de “los negros”. Hay que pasar de lo social a lo político se escuchaba en las organizaciones allá por el 2003. Ahora hay militantes que están en otro nivel, el nivel de “los cuadros”, de los que saben la rosca. Están en “lo político”. Ya salieron de “lo social”. Ascendieron.
Una cosa es el cuadro de barrio metiendo las patas en el barro y poniendo la oreja a la lista interminable de problemas de nuestra gente. Y otra cosa es el cuadro con oficina, escritorio, compu, teléfono y aire acondicionado. Ese da órdenes porque ahora es funcionario. Bueno, era.
Maneja la plata y es el que tiene acceso a los “fierros”. Entiéndase por fierros a los expedientes gestionados para las organizaciones, nueva denominación para no perder la épica setentista.
Algunos militantes se quedaron ahí, en lo social, arreglando goteras, sirviendo la leche. Otros militantes empezaron su carrera política, son funcionarios y salen en la tele.
¿Pero lo social no es el fin de lo político? ¿A qué vamos al barrio? ¿No es el barrio, la comunidad nuestro fin? ¿O es al revés? ¿El barrio es usado “para la política”? ¿Lo social es un medio o un fin?
¿La orga es más importante que la comunidad, que las familias del barrio, que la comuna?
¿Puedo subsumir la comunidad popular a la estrategia de poder de la orga?

4) Clientelismo revolucionario
De un lado y del otro de la calle de tierra  puede haber dos realidades muy distintas. El tipo que se despertó a las 6 de la mañana para meterse en el tren ensardinado de gente y dirigirse a su laburo, al que llega traspirado para no perder el presentismo. Este laburante sabe que “los de enfrente” no conocen el sonido de un despertador. ¿De qué laburan? Se pregunta con toda razón. Ahí está una contradicción en el seno de nuestro pueblo. Los planes son para cubrir una emergencia social no para generar una forma de vida.  Sin encarar el problema industrial no se resuelve la cuestión social. ¿Y cuantos movimientos sociales plantean claramente un programa industrialista? ¿Es la problemática industrial el eje de formación de los Movimientos Sociales? Necesitamos un Nacionalismo Industrialista en los movimientos sociales. Lo que pasa es que si hay industria hay trabajo y si hay trabajo desaparecen los Movimientos Sociales. Los Movimientos Sociales deberían luchar por dejar de existir, es decir, porque haya industria y trabajo, no planes. Claro, que los movimientos sociales no quieren dejar de existir y cuando la contención social se mezcla con una seudo participación la cosa irradia cierta hipocresía.
¿Y tengo que ir y participar para cobrar el plan o la cooperativa?, ¿y tengo que ir a las marchas, y a las reuniones, y así después puedo cobrar o conseguir algún puesto?
No. Uno tiene que participar porque esta convencido de una idea, de un ideal, de una causa. La participación interesada en obtener beneficios materiales también se te da vuelta. Los materialistas siempre se te dan vuelta, no importa a que clase social pertenezcan. Siempre hay uno con una billetera más gorda y billetera mata galán.
Proponerle a alguien que participe de reuniones o de marchas para que no pierda su plan de contención social es la prostitución de la política. Y  eso se ve, se nota, por más esfuerzos discursivos que se hagan para disimularlo.
Se milita por una causa y gratis. Y al que no encienda el pecho la causa se puede ir a su casa. Aunque quedemos muy pocos.
Pero lo cuantitativo es un hechizo en la militancia. ¿Cuánto movilizan ustedes? El famoso “medirse la poronga” de las orgas. Pero todos saben que la longitud de la columna depende de los planes o las dadivas prometidas, entonces el que más recursos obtuvo pasó a ser el que tiene más política porque es el que moviliza más gente.
El resultado es que se construyó una idea de “cuadro” como el dirigente con más “llegada”. Es el que tiene mejores contactos con los de arriba, un soberano chupamedias de sus superiores estatales. Y ese es el responsable o referente porque es el que consigue las cosas. Y así se construyó el ejemplo de cuadro para las bases, que tienden a imitarlo. El pibe nuevo, que se sumo hace poco, que está en formación, que se lee todo, también ve y observa. Su ejemplo de formación está ahí actuando visible en las conspiraciones, las roscas y rosquitas, los secretitos, los tejes y manejes de los referentes. Y mientras le hablan de que el amor vence al odio se tiene que limpiar las gotitas de sangre de la carnicería rosquera. La ética tiene un lugar central en la política y la ética no se caretea. Ni con plata.
Se generó entonces en el seno de las organizaciones una ética de la competencia propia de la más abyecta y empresarial de las culturas. Se compite entre militantes por un cargo con la misma lógica de pisar cabezas que en una empresa por un ascenso. Esa y no otra es la crisis de los movimientos sociales. Esa es la batalla cultural.

5) Reunionísmo si pero plenarios no
Aceptémoslo. No todo el mundo quiere ser militante y tampoco la revolución pasa por serlo. De reunión en reunión solo se aprende a hacer reuniones y es más útil hacer fideos, asados o canelones.
Una lógica de control de todo justifica la multiplicación de reuniones al infinito. Que el ámbito, que la  región, que el frente, el área, la mesa, etc, etc, etc.
Casi se respira una necesidad organizativa propia de la semi clandestinidad. Pero no sirve, y básicamente no sirve porque PERDIMOS.
El resultado del reunionismo es el microclima militante y una profunda desconexión con lo popular. Militantes que hablan entre militantes, discuten entre militantes, piensan entre militantes pero que no saben pedir un café. Diletantes eternos de discusiones infinitas que quieren convencer a todos todo el tiempo. Insoportables.
Se pierde la sutil y delicada escucha con el hermano, el vecino, el hijo, la abuela. Se sabe hablar del pueblo pero no se sabe cómo hablar con el pueblo.
Enfermos con el dedito diciendo lo que deberías hacer y pensar. Resultado: irritación del interlocutor y rechazo a todo lo que tenga que ver con la política.

6) Conducir rodeado de enanos
Una de las formas de degradación y decadencia de la política está asociada al enfermo temor del conductor a ser derrocado. Inseguridad nacida en las propias deficiencias de formación del líder o en cuestiones de índole psicológicas. Es el terror al asambleísmo, a la reunión abierta, a que puedan discutirle algo, a que le digan: “cualquiera, che… lo que estás diciendo es cualquiera” y que se lo digan delante de todos. Entonces mejor la chiquita entre chiquitos. No quiere que nadie le haga sombra, que no quede nunca expuesta su debilidad ante ningún tema, que nunca nadie  haga evidente que se puede equivocar. Que mejor entonces que rodearse de enanos, enanos que no hacen sombra. Pero pasa que los enanos no pueden ver muy lejos y entonces todo el dispositivo táctico de conducción se estrella contra sí mismo. Se choca la calesita.
Se evita lo asambleario, el micrófono abierto, la pluralidad de opiniones de voces. Se evita discutir a calzón quitado, toda reunión es una aburrida y ceremoniosa serie de discurseos para decir lo mismo o chupar las medias.
Entonces surge la siguiente pregunta: ¿Se eligen democráticamente las conducciones de las organizaciones sociales? ¿O son jerarquías intocables? ¿Son los fundadores de una organización los conductores eternos de estas? ¿Hay democracia en los movimientos sociales? ¿Pueden sus bases elegir a las conducciones? ¿Cada cuanto votan? ¿O es que el poder de los principales referentes de los movimientos sociales les viene delegado de arriba por una especie varita mágica que los unge como dueños eternos de sus orgas? ¿Feudalismo revolucionario?

7) El funcionario que se sirve de su cargo
El Estado es importante pero también genera dependencia. Y esa dependencia se puede convertir en adicción. Y esa adicción en oligarquía. ¿Cómo es posible que las organizaciones se sirvan de los recursos del Estado? La justificación dice “es para la política, es para la orga” como si el colectivismo eximiera del delito. La función estatal es una responsabilidad frente al pueblo. Nuestro pueblo necesita que esa tarea, esa función para la que ha sido asignado el puesto, se cumpla de forma eficaz y con patriotismo. Ahí la especulación se termina, ahora a cumplir con el pueblo desde la ejecución de esta función de la mejor manera. El trabajo del funcionario es para el pueblo o pasa a ser un oligarca, por mas discurso bonito que le ponga.
 El grado de entrecruzamiento de los intereses políticos con las funciones propias del Estado ha llegado al paroxismo. Un subsecretario de niñez que quiere ser intendente de su distrito pone los recursos de su área en la campaña y descuida su función, ¡hasta en su mismo territorio! Un director de políticas alimentarias quiere ser diputado y no sabe lo mas mínimo de nutrición. Un secretario de turismo quiere ser gobernador y no conoce a su país. Cada puesto es un trampolín hacia otro lugar. La ambición política vuelve loca a la administración racional del Estado al punto de desconectar las tareas con las personas que las llevarán a cabo.

8) Peronismo es Nacionalismo
¿Qué clase de formación le hemos estado impartiendo a los militantes? ¿Podemos decir que la gran masa de militantes y gente nueva que se moviliza tiende al nacionalismo? ¿A a la defensa nacional?
¿Qué ha pasado con la identidad peronista en estos últimos años? ¿Leen a Perón los nuevos jóvenes sumados a la política?
Algo raro pasa en el movimiento y es que se respira una cierta resignación frente a los grandes temas, es como que se quedan en la chiquita ¿Cómo es posible que el Movimiento Peronista no diga nada de la minería a cielo abierto y de la sojizacion impresionante de nuestro país?
El peronismo es un Movimiento de Liberación Nacional, el más rico en experiencias de América Latina, con un modelo de industrialización estatal existoso y con varios gobiernos y gestiones en el Estado. Pero el peronismo es fundamentalmente una doctrina. Más que una ideología, más que una serie de obras realizadas en su gestión. El peronismo es un cuerpo doctrinario, un sistema de principios y valores espirituales para comprender la realidad e intervenir en ella. No es una moda, no es un cantito, no se reduce a poner los dedos en v para la foto. El peronismo es una forma de vida, humilde, cristiana, trabajadora y comprometida con los destinos de la Patria. Es una filosofía de vida.
Hay que dar una batalla para resignificar al peronismo, volverlo a poner a la altura de Movimiento de Liberación Nacional, sacarlo del corcet socialdemócrata y bipartidista.
El peronismo es un movimiento, no un partido liberal. Pero sin doctrina no hay movimiento, porque las doctrinas son el espíritu de los movimientos.
Entonces hace falta y nos urge una re-actualización doctrinaria, un profundo debate entre quienes nos sentimos herederos de esta tradición para recuperar su ideario para nuestro pueblo.
Necesitamos salir de esta nueva, sutil e inteligente proscripción. 

9) La cuestión ambiental
No es de hippies ni de troscos. Luchar para defender el ambiente es una lucha estratégica por el bienestar de las nuevas generaciones. La ecología es un tema bien peronista y mirar al costado para disimular los desastres ambientales que suceden en nuestro país es un acto de traición. Sobre todo cuando esos desastres ambientales son producto de la actividad de empresas extranjeras. Justificar la sojizacion de Monsanto o aplaudir a la minería transnacional de la Barrick Gold es un acto de alta traición a la Patria. Los peronistas deberíamos sentir vergüenza de cualquier dirigente, no importa su rango, que justifique el colonialismo.
¿Por qué los peronistas hemos dejado abandonados estos temas? ¿Cómo no sentimos una profunda indignación frente al saqueo de nuestros Recursos Naturales?
Hay que destapar las raíces de nuestro movimiento, volver a renacer, invocar al espíritu nacional a que se convoque en masa para romper las cadenas de la dependencia. Vivir nuestras tradiciones culturales para preservarnos del colonialismo modernizante y tecnologizado.
Necesitamos volver Perón, a leerlo en las unidades básicas, a discutirlos entre mates en las plazas.
Porque ahora sin retenciones, con la devaluación y Lino Barañao en el poder, el peronismo será ecologista o la soja crecerá entre las ruinas.

10) A modo de conclusión catártica ¿Oposición o Resistencia?
Hace un tiempo que sentí que la buena onda con el macrismo era sospechosa. Acuerdos en la legislatura, inauguración de obras en conjunto y a los besos, militantes PRO en 678 cuando nunca se dignaron a invitar a alguna compañera cooperativista para que explique en vivo como le cambio la vida. No sé, como una cosa de clases medias televisivas, blancas y lindas, como una interna de clases medias que se pelean y se reconcilian mostrando todos sus dientes bien blancos.
¿Por qué no se lo bancó a Scioli como se lo tenía que bancar? Si, todos sabíamos que era un muñeco, pero el muñeco que nos podía salvar las papas. ¿No se daban cuenta de lo que estaba en juego? ¿Pensaron en nosotros al momento de sus especulaciones políticas? ¿Puede ser que algunos hayan llegado a pensar en “volvemos con la resistencia y listo”? ¿Quién pone los cuerpos de sus estrategias?
Para “los cuadros”, la oposición. Para nosotros, la resistencia.
La oposición desde el programa de tv, con aire y fama.
La resistencia desde la calle, con gases y balas.
La oposición desde “lo político”
La resistencia desde “lo social”
La oposición es electoral
La resistencia es popular
La oposición es civilizada
La resistencia es salvaje
La oposición tiene OSDE
La resistencia no tiene curitas
La oposición dirige a la resistencia desde la oficina o el despacho
La resistencia pelea en la calle y se banca los delirios de grandeza de los salames
La oposición comunica
La resistencia tira piedras
¿Quién conduce a quien en esta etapa? ¿La calle o el despacho?

Se perdió, PERDIMOS, y todos tenemos una cuota para hacernos cargo de la derrota.
Pero NO SON TODAS LAS RESPONSABILIDADES IGUALES. Esta derrota le va a costar mucho dolor y sufrimiento al Pueblo Argentino. Y quienes estaban en los ámbitos de conducción tienen una responsabilidad mayor QUE TENDRÁN QUE PAGAR.
Solo espero y tengo confianza que nuestro pueblo ponga las cosas en su lugar. De no ser así, de continuar con esta hipócrita indulgencia la degradación del ser nacional argentino puede ser irreversible. Esperemos no tener que vivir un proceso de desintegración territorial. El Tratado Antártico vence en el 2041 y eso es en muy poco tiempo.

Felices Fiestas

El pájaro




12 comentarios:

moreno dijo...

Espectacular.gracias por poner la realidad en palabras. Gracias por la magia.gracias por el coraje

Anónimo dijo...

"Enfermos con el dedito diciendo lo que deberías hacer y pensar. Resultado: irritación del interlocutor y rechazo a todo lo que tenga que ver con la política."

Nacho de lonchan dijo...

Hermano, de lo mejor q leí, impresionante la claridad y sobre todo las preguntas q haces

Unknown dijo...

Tal vez no esté bien informado, pero la CGT, dirección del movimiento obrero, columna vertebral del Movimiento Nacional Justicialista hizo alguna declaración acerca del gabinete formado por empresarios, los despidos que están ocurriendo en el estado, el decreto de nuevo endeudamiento, la eliminación del la Comisión Reguladora de Hidrocarburos y otras lindezas del nuevo gobierno o solo le preocupan las paritarias?

Catedra "America Latina Ahora o Nunca" - red cultural S.U.D.A.K.A.S. dijo...

ni siquiera le preocupan las paritarias. Están esperando "los sobres"

Ana dijo...

Han logrado que vuelva a pensar: que se vayan todos. Despreciaron temas importantísimos como el medio-ambiente, mucha arrogancia de ciertos grupos juveniles en desmedro de movimientos sociales que luchan desde hace mucho tiempo, falta total de diálogo y así podemos seguir.

3 lunas dijo...

Coincido en muchas cosas, ahora industrializar para generar trabajo , no es contribuir al consumo y cre
er firmemente en el crecimiento infinito en un mundo finito , dogma capitalista por excelencia???Hay que repensar muchas cosas

Unknown dijo...

Muy bueno.aunque debo decir que no acuerdo con que debemos pelear contra el materialismo. Somos materialismo y no creo que el problema sea la clase media consumista en si. Es más complejo que eso y si bien ese sector determinó el desastre electoral de noviembre, nobfue porque tuvieran plasmas o por comodidad. Fue mucho más por la falta de conciencia de clase, que la cosa media debe desarrollar y no desde el simbolismo que imponen los grupos concentrados que si juegan a la comodidad.

cesaral dijo...

Una buena reflexión, pero de "peronimso" puro queda poco. El peronismo puro pretendía ser una refinada alianza de clases que desalentara la "lucha de clases" científica e irrebatible (pero bastardeada por la realidad que todo lo bastardea). Hoy el planteo es lo asambleario como parte de la construcción Y LA DIRECCIÓN de cualquier movimiento popular. Pero lo asambleario está en los grandes temas, no se puede discutir la cosa pequeña (aunque dicen que Lenin debatía todo) pero es obligatorio que este asambleísmo sea capilar con lo que ello implica de escuchar a las bases. El enemigo actual son las corporaciones, una nueva escritura o relectura marxista definiría a los monopolios mediáticos y financieros como el nuevo "imperialismo". Gracias por su análisis.

Anónimo dijo...

Esto ha sido dicho en una orga ?o sólo se hace catarsis en redes ? Mabel

Catedra "America Latina Ahora o Nunca" - red cultural S.U.D.A.K.A.S. dijo...

Esto fue discutido en el Polit-Buró del máximo nivel jerárquico de la Confederación General de Orgas Argentinas

Anónimo dijo...

Muy buen análisis! También me pregunto, nos preguntamos, porqué nos dejaron a las bases aguantando los trapos solas/os en el balotaje. Y me respondo que, de haber ganado, Scioli hubiera debido quitar subsidios y/o realizar ajustes en algunas áreas, sufriendo incrementos de, digamos, un 20 a 40 %, lo que hubiera bastado para que el gorilaje odiador incendiara el país; sin contar que en primer lugar hubieran denunciado fraude. O sea, estimo que la gran fisura social hizo inevitable tener que vivir este infierno, con el altísimo costo social que ésto significa.