viernes, 29 de abril de 2022

Ucrania, otra guerra de la OTAN

 Ucrania, otra guerra de la OTAN

Irak, Siria, Libia, Afganistán… Ahora Ucrania pero hay que echarle la culpa a Rusia. El perro me mordió grita el niño después de tirarle piedras. 

En la larga lista de guerras que lleva la OTAN habría que agregarle al final del listado “Ucrania” porque claramente es una guerra provocada por la Alianza del Atlántico Norte. Rusia no hace guerras por deporte como si es característica histórica de los EEUU. 




La guerra es el más estúpido espectáculo de la humanidad pero nadie quiere que se la hagan quedándose en el molde. La violencia de la guerra es fea e injusta siempre. Ante la ausencia de respuesta de los EEUU frente a los repetidos reclamos de Putin de frenar la instalación de misiles en sus fronteras era previsible que una potencia militar como Rusia reaccione. 

Un perro furioso atacando desaforado es un espectáculo horrible de ver, por eso no hay que tirarles piedras. Es algo sencillo que la comunidad internacional debería prever. Hay en el mundo un niño hinchapelotas tirando piedras para todos lados y la comunidad internacional se hace la boluda hace rato con el pendejo maleducado de EEUU. 


Europa se congela



Básicamente atrás de toda guerra hay negocios. Lentos y a paso firme avanzan los icebergs derretidos paseando por el Mar del Norte, el permafrost del Ártico se derrite y el mar cambia su composición, su salinidad y su temperatura. El norte de Europa se congela. 

El calentamiento global tiene sus consecuencias geopolíticas. El calentamiento global es también el enfriamiento global, algunos lugares arderán de calor y otros temblaran de frio. Europa tiene bien cerca al Mar del Norte, el Océano Ártico es frio como un polo norte de puro hielo. 




Ese derretimiento cambia la salinidad del mar y aumenta las corrientes frías. A mayor deshielo más enfriamiento del mar. Los europeos van a poner sus estufas a full y falta gas. Falta gas para la producción, para la industria, para la energía eléctrica, para los hogares. La crisis del petróleo es también la crisis del gas ¿Qué se necesita entonces? Una guerra por ver quien le vende el gas a Europa. ¿Por donde pasa el gasoducto de los rusos? Por Ucrania, que casualidad. 


Dale gas

Rusia avanzó con la construcción del gasoducto Nord Stream 2 para llevar gas a Alemania. Quien alinea a Alemania con su geopolítica alinea a toda Europa porque Alemania es el principal comprador y principal vendedor de la economía europea. El gasoducto ya estaba terminado y de repente Ucrania insiste en ser parte de la OTAN y poner en su territorio los misiles de EEUU. 




Es decir, con el gasoducto Ruso – Alemán a punto de inaugurarse viene Ucrania y pudre la cosa. ¿Quien manda ahora en Europa? ¿Alemania o EEUU?


Que mejor negocio que cotizar un recurso escaso como el gas frente a una ola de frio en Europa. EEUU ha logrado el autoabastecimiento de gas a partir de la fracturación hidráulica, el fracking. 

No tienen muchos pruritos ambientales los gordos de la cultura de las grandes hamburguesas. Hoy rompen todo para sacar el gas no convencional y si les sale fuego de las canillas de agua no les importa. Pueden exportar gas. ¿A quién? Europa se congela y EEUU ve un negocio redondo. 

Claro que EEUU no tiene un gasoducto hasta Europa porque seria poco factible cruzar todo el Atlántico, por lo que tiene que hacerse la cosa en barco por medio del gas licuado. Para eso hay instalar plantas de reconversión de gas a líquido y luego en destino de líquido a gas. Esto es caro y encima, en el medio el transporte en barcos toneleros que hacen el delivery hasta Europa. El delivery no es gratuito porque los barcos también usan combustible. El gas yanqui es entonces más caro que el ruso, pero tiene más onda, es más del mundo libre. 


Europa se latinoamericaniza




Esto de hacer cagar de hambre y de frio a sus pueblos por quedar bien con los norteamericanos era más bien una característica típica del cipayismo latinoamericano. Ahora son los bienpensantes dirigentes europeos los que para quedar bien con EEUU son capaces de cagar de hambre y de frio a sus pueblos. Macrón está a la altura hoy del más ramplón presidente sudaca de un país bananero. Todo sea por la moralina anti rusa, es decir anti nacionalista. Son capaces de pagar más caro el gas norteamericano porque es un gas cargado de mejores valores éticos. 

Como si el gas norteamericano no estuviera impregnado de la sangre de sirios, libios, iraquies, afganos, palestinos, colombianos, vietnamitas, desaparecidos latinoamericanos y un largo etc. Y encima más caro. 


Sotieniendole la vela al imperio en picada

Todo este ruido estrepitoso en la geopolítica mundial, desde la pandemia hasta la guerra, es el ruido de un imperio en caída. 

¿Qué pasa cuando un imperio entra en su fase de más clara y absoluta decadencia? 

Cuando un imperio cae hace ruido, da manotazos de ahogado. El gordo patotero hace un desastre en el bar, antes de llegar al piso se agarra de las mesas, las sillas, arroja las botellas, rompe todo como un elefante en un bazar. 




EEUU se cae, para ser más gráficos lo que se viene abajo es el dólar, la última reputación de los norteamericanos. No les alcanzó con la pandemia transgénica que inocularon a China, el movimiento de aikido de Hi Ji Ping poniendo plata en la OMS los dejó en la lona. 

Ahora la bardean a Rusia agitando a los ucranianos con el famoso apotegma jauretchiano de “animémonos y vayan”. 


Vender armas y cobrar deudas

Arman bardo para vender armas y de este modo reactivar su paralizada e hiperinflacionaria economía con el complejo militar-industrial. Si los republicanos del Club del Fusil eran un peligro imaginate ahora con los demócratas del Club del Misil. 

Por la otra ventanilla recaudan la deuda de la gilada, inventando y exponenciando deudas fraudulentas que cobra el “neutral” FMI pasando la gorra de su patético espectáculo. 

Si lo pensamos bien el dólar lo sostenemos los estúpidos de los argentinos pagando deuda y de esta manera sostenemos también los misiles de la OTAN que nos apuntan desde Malvinas. Pagamos nuestra colonización desde nuestro propio bolsillo. 



Eso y no otra cosa es la inflación, porque la inflación no es un problema económico sino político. 

Los fideos salen cada vez más caros porque estamos pagando el mantenimiento de una base de la OTAN en nuestro propio territorio y si no sos dueño de tu territorio todo sale más caro. 


Latinoamérica se africaniza



El norte del planeta a los tiros. Que vos empezaste primero dice Putin, que fuiste vos dice Ucrania, que se maten dice EEUU. Los europeos vuelven a ofrecer su coqueto territorio como coliseo nuclear. Dos guerras mundiales y no aprendieron a llevar las disputas a otro territorio, la tercera guerra parece que también cae en Europa que siempre se ofrece como jamón del medio. 

Los chinos por su parte esperan sentados a que se desplome el dólar para salir con su moneda virtual en cualquier momento y darle el batacazo final a los gringos.

Ahora… ¿alguien pregunta al sur del mundo qué onda? ¿Qué opina África de todo este intríngulis entre rubios occidentales y rubios orientales? ¿Alguien le pone el micrófono a los cobrizos pueblos del sur del mundo a ver qué opinan sobre la guerra?

El tema es que nosotros ya estamos hartos del saqueo de nuestros recursos para los delirios de los chetos del planeta. Ya sea para los caprichitos de Eleon Musk para hacer turismo en Marte o para ver quién la tiene más larga, materialmente los minerales de las naves espaciales, de las balas o de los misiles los pone la Cordillera de los Andes y el hambre africano. 



Cada bala que se tira en esta Tercera Guerra Mundial es producto del extractivismo minero. Con el cobre que saca la Barrick Gold en San Juan contaminando de cianuro nuestros ríos se fabrican las balas de los ucranianos. Entregamos el agua más pura de nuestros Andes, sacrificamos la biodiversidad de nuestros ecosistemas para sostener la logística de la guerra a los gringos. Somos el depósito de minerales para la guerra.

América Latina y África están siendo saqueadas para una contienda que ya de entrada nos tiene como perdedores. 


Nosotros, los perdedores de la guerra

Pensemos la siguiente paradoja: Si el sur del mundo, América Latina y África, entrarían en guerra con el norte y fueran derrotados en la contienda, serían sometidos a una abyecta rendición por parte de las potencias, rendición que sería expresada en el expolio de su población y el saqueo más absoluto de sus recursos. No sé si te suena. 



Para nosotros la Tercera Guerra Mundial empezó hace rato y también ya hace rato que la perdimos. Somos los perdedores de la guerra antes de que se dispare el primer tiro porque para nosotros el futuro llegó hace rato.  

¿Quién banca toda esta erogación en balas y misiles carísimos, que solo se pueden usar una vez? ¿De dónde sale la papota sino de las deudas externas del tercer mundo?


La deuda ambiental

Por si fuera poco, al desastre económico en los países endeudados que ponen la plata y la ven de afuera, hay que sumarle también el saqueo y la contaminación de ecosistemas para el despliegue de cada vez más enormes recursos militares. Se viene el daño irreversible en el ambiente por el uso de armas nucleares y biotecnológicas. 

¿Se acuerdan de la pandemia? ¿Habrá sido el coronavirus la primera bomba de esta Tercera Guerra Mundial?


El nuevo nombre del ALCA: EL IIRSA



Mientras la guerra avanza, dos embudos gigantes en Sudamérica sacan un chorro de minerales hacia el Océano Pacifico por los Andes y otro de nutrientes al Océano Atlántico vía Paraná. Es el IIRSA (Infraestructura para la Integración Regional de Sudamérica) 

Al ALCA le cambiaron el nombre. Se llama IIRSA y ya cae más simpático a los gobiernos progresistas de la región. Es lo mismo pero sin la cara de Busch y sin Chavez para enterrarlo. 

Los gobiernos nacionales, provinciales y hasta municipales, reciben contentos las dadivas para infraestructura de este plan de autopistas para el saqueo de todo el sub continente. Después, venden a su electorado la inauguración de una nueva ruta que traerá el progreso al pueblo. Los amantes del hormigón armado los sostienen con sus votos. 

Pero la camioneta de los campesinos que va mejor en la ruta nueva, no ve que la ruta nueva no es para su camioneta sino para el enorme camión que viene detrás cargado de minerales o de soja para el puerto. Mirado desde arriba, ese tramito que acaba de inaugurar entre aplausos el gobernador es el IIRSA para el saqueo transnacional. 

El progreso sostiene como argumento la logística del saqueo para la guerra y a la fiesta descontrolada de tiros y bombas del primer mundo le pagaremos los platos rotos nosotros, matando de hambre a nuestros pueblos. 

El mundo se redefine, la multilateralidad es un hecho. Pero sea cual sea la arquitectura internacional que sesudos politólogos y elegantes diplomáticos arreglen, todavía la vida depende de la naturaleza. Mientras las naciones se pelean las devoran las transnacionales de afuera. Las grandes empresas participan solo del negocio de la guerra y de la repartija, a los Estados los usan de forros para que movilicen soldaditos. 



Nosotros latinoamericanos seguimos siendo el reservorio con mayor biodiversidad del planeta y el tercio del agua dulce del mundo. El extractivismo del IIRSA a través de la Inversión Extranjera Directa es para nosotros una invasión foránea. La OTAN bombardea a Sudamérica con la minería, la soja y el FMI.Y particularmente a los argentinos nos apunta sus misiles desde Malvinas. 

No vaya a ser que los ingleses se congelen y quieran mudarse a la Patagonia. 



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